Mientras Pakistán reflexiona sobre cómo afianzarse en la producción solar fotovoltaica mundial, los expertos piden estrategias que se adapten a las necesidades y capacidades únicas del país y eviten la competencia con la vecina China, la base de fabricación de energía fotovoltaica dominante en el mundo.
Waqas Musa, presidente de la Asociación Solar de Pakistán (PSA) y director ejecutivo de Hadron Solar, dijo a PV Tech Premium que es importante apuntar a nichos de mercado, especialmente pequeños módulos solares para agricultura y aplicaciones fuera de la red, en lugar de competir directamente con los gigantes chinos.
El año pasado, el Ministerio de Comercio y Tecnología de Pakistán y la Junta de Desarrollo de Ingeniería (EDB) formularon una política para promover la fabricación local de paneles solares, inversores y otras tecnologías renovables.
"Hemos tenido una respuesta tibia", dijo Moussa. "Creemos que es bueno tener producción local, pero al mismo tiempo, las realidades del mercado significan que muchos países grandes con producción a gran escala tendrán dificultades para resistir la influencia de los fabricantes chinos".
Por eso Moussa advirtió que entrar en el mercado sin un enfoque estratégico podría ser contraproducente.
China domina la producción solar mundial, con empresas como JinkoSolar y Longi centrándose en módulos solares de alta potencia en el rango de 700-800W, principalmente para proyectos a escala de servicios públicos. De hecho, el mercado de energía solar para tejados de Pakistán depende en gran medida de las importaciones chinas.
Moussa cree que intentar competir con estos gigantes en sus términos es como “chocar contra una pared de ladrillos”.
En cambio, los esfuerzos de fabricación en Pakistán deberían centrarse en módulos más pequeños, especialmente en el rango de 100-150W. Estos paneles son ideales para la agricultura y las zonas rurales donde la demanda de pequeñas soluciones solares sigue siendo alta, especialmente en Pakistán.
Mientras tanto, en Pakistán las aplicaciones solares a pequeña escala son cruciales. Muchas casas rurales que no se utilizan y no tienen acceso a la electricidad solo necesitan energía suficiente para hacer funcionar una pequeña luz LED y un ventilador, por lo que los paneles solares de 100 a 150 W pueden cambiar las reglas del juego.
Musa destacó que las políticas de fabricación mal planificadas pueden tener consecuencias no deseadas. Por ejemplo, imponer altos impuestos a la importación de paneles solares puede hacer posible la producción local en el corto plazo, pero también aumentará el costo de las instalaciones solares. Esto podría reducir las tasas de adopción.
"Si el número de instalaciones disminuye, tendremos que importar más petróleo para satisfacer las necesidades energéticas, lo que costará más dinero", advirtió Moussa.
En cambio, aboga por un enfoque equilibrado que promueva la fabricación local y haga que las soluciones solares sean accesibles para los usuarios finales.
Pakistán también puede aprender de las experiencias de países como Vietnam y la India. Empresas como el conglomerado indio Adani Solar han explotado con éxito las tensiones entre Estados Unidos y China para ganar una posición sólida en el mercado estadounidense. Musa sugirió que Pakistán podría explorar oportunidades similares identificando brechas estratégicas en las cadenas de suministro globales. Los jugadores en Pakistán ya están trabajando en esta estrategia, afirmó.
En última instancia, la prioridad dada al desarrollo de pequeños módulos solares estará en consonancia con las necesidades energéticas y las realidades socioeconómicas de Pakistán. La electrificación rural y las aplicaciones agrícolas son segmentos de mercado importantes, y la producción nacional para satisfacer esta demanda puede ayudar a Pakistán a evitar la competencia directa con los gigantes industriales y crear una ventaja competitiva.
Hora de publicación: 26 de diciembre de 2024